Grandeza del Cristianismo

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"Se llama cristiano al que es de Cristo. Y decimos que es de Cristo no sólo por practicar su fe, sino porque realiza las obras de virtud movido por el espíritu de Cristo"
Santo Tomas de Aquino

"Es hombre, y esto es lo que tiene de común con todos los hombres. Es cristiano, y esto es lo que le distingue de muchos"
San Agustín

Los Cristianos de "nombre", cuya imagen -dice San Agustín- " es un difraz o fingimiento de las personas que hacen como que profesan la fe, y viven infielmente, porque fingen que son lo que realmente no son, y se llaman, no con verdadera propiedad sino con falsa y engañosa apariencia, cristianos"

"¡Reconoce, oh cristiano, tu dignidad!"
San León Magno

San Pío

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"Casi todos vienen a mí para que les alivie la Cruz; son muy pocos los que se me acercan para que les enseñe a llevarla."


A quién el sufrimiento le hacía titubear en la Fe, le respondía:
" El más sublime acto de Fe es el que sube a nuestros labios en la noche, en la inmolación, en el dolor, en el esfuerzo inflexible hacia el bien."


A un teólogo que le consultó le dijo: " En los libros se busca a Dios, en la oración se lo encuentra."

A aquel que le hablaba de los altibajos de la vida interior, le contestaba: " Si Jesús se manifiesta agradéceselo; si se oculta, agradéceselo también. Todo es un juego de amor."


A un intelectual le hizo ésta reflexión:
" Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser amadas; las Divinas necesitan ser amadas para ser conocidas."


A quién padecía angustia le razonaba:
" Lo importante es caminar con sencillez ante el Señor. No pidas cuenta a Dios, ni le digas jamás: ¿Por qué ?, Aunque te haga pasar por el desierto. Una sola cosa es necesaria: Estar cerca de Jesús. Si nos cita en la noche no rehusemos las tinieblas."


A alguien que se hallaba al borde de la desesperación le decía:
" Por muy altas que sean las olas, el Señor es más alto. ¡ Espera!... la calma volverá."


¿Que debo hacer para orar bien ? le preguntó una hija espiritual:
" El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más té vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón."


Un pecador que le dijo: ¡ Padre, he pecado tanto ! escuchó ésta contestación del Padre Pío:
"Hijo mío, le has costado muy caro a Dios, para que te abandone."


Al que aflojaba en el camino de la perfección le argumentaba:
" El amor no se esconde sino para fomentar el amor. Jesús no pide imposibles. Dile: ¿Quieres que te ame más ? Dame más amor y te ofreceré más amor."


El Divino Maestro promete el premio, no al que empezó bien sino a aquel que persevera hasta el final. Ved el ejemplo de Judas, que empezó bien, continuó bien, más no perseveró hasta el fin y se perdió.


Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre.


Reza y confía; no te agites. La agitación nada mejora. Dios es misericordioso y escuchará tus oraciones.


La oración es nuestra mejor arma, una llave que abre el corazón de Dios. Háblale a Dios más con el corazón que con los labios, en ciertos casos hazlo sólo con el corazón.


¡Qué alegría en las batallas espirituales!
Es suficiente saber combatir para tener certeza de victoria.
Pon especial cuidado en no desalentarte nunca al verte rodeado por males espirituales. Si Dios permite que tropieces con alguna debilidad, no es para abandonarte, es sólo para reafirmar tu humildad y hacerte más atento para el futuro.


¿ Has visto un campo de trigo maduro? Verás que algunas espigas son altas y fuertes y otras se doblan hacia el suelo. Tomas las altas, las vanidosas y veras que están vacías; en cambio si tomas las bajas, las más humildes, verás que están cargadas de granos. Podrás deducir que la vanidad está vacía.


Haz el bien siempre. Para que todos puedan decir: "Este es un hijo de Cristo"
Jamás pasó por mi mente la idea de una venganza. Recé por los detractores y rezo por ellos. Quizá alguna vez le dije al Señor: "Señor, si para convertirlos es necesario algún fustazo, hazlo, con tal que se salven.

Defensa del Rey Divino

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“¡Oh cristianos!, tiempo es de defender a vuestro Rey y de acompañarle en tan gran soledad, que son muy pocos los vasallos que le han quedado y mucha la multitud que acompaña a Lucifer; y lo que es peores, que se muestran amigos en lo público y véndele en lo secreto. Casi no halla de quien se fiar”.
(Santa Teresa de Jesús)

Victoria del Cristiano

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“No busquemos, pues, vencer siempre. Así, el que defrauda, vence al defraudado, pero es una mala victoria, que acarrea la ruina al vencedor. El defraudado, en cambio, el aparentemente vencido, si lo sufre filosóficamente, ése es el que se lleva la corona del vencedor. En muchas ocasiones vale más ser vencido que vencedor, y éste es el mejor modo de victoria… El mismo que es conducido al martirio, cuando se le encarcela, cuando se le azota, cuando se le despedaza y degüella, entonces es cuando se vence. En la guerra, caer el combatiente es la derrota; entre nosotros, eso es la victoria.
Nosotros no vencemos jamás haciendo el mal, sino sufriéndolo. Y la victoria es justamente más brillante, pues sufriéndolo podemos mas que quienes lo hacen. Con ello se demuestra que la victoria es de Dios, como que es una victoria totalmente contrarias a las del mundo. Y ésa es la mejor prueba de fuerza… Una molestia que recibamos, no la sabemos soportar; una injuria que nos hagan, nos enfurecemos mas que una fiera, nosotros que diariamente leemos la Pasión del Señor. Un discípulo le traicionó; los demás lo abandonaron y huyeron; los que de El habían recibido beneficios, le escupieron… y El no pronuncio palabras contra nadie, sino que a todos los venció con el silencio, con lo que prácticamente te enseñaba que cuanto con mayor paciencia sufras, tanto mejor vencerás a quienes te hacen mal, y más admirado serás por todo el mundo” ( San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Evangelio de San Mateo)

Lope de Vega

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Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?

Nguyen van Thuân

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Nguyen van Thuân: En un campo de concentración
Una vida ejemplar en medio de la persecución


Sólo Dios

«Una noche, en lo profundo de mi corazón, escuché una voz que me decía: "¿Por qué te atormentas así? Tienes que distinguir entre Dios y las obras de Dios. Todo aquello que has hecho y querrías continuar haciendo: visitas pastorales, formación de seminaristas, religiosos, religiosas, laicos, jóvenes, construcción de escuelas, misiones para la evangelización de los no cristianos..., todo esto es una obra excelente, pero son obras de Dios, no son Dios. Si Dios quiere que tú dejes todas estas obras poniéndote en sus manos, hazlo inmediatamente y ten confianza en Él. Él confiará tus obras a otros, que son mucho más capaces que tú. Tú has escogido a Dios, y no sus obras"».

Respuesta al mundo de hoy

«Escoger a Dios y no las obras de Dios: esta es la respuesta más auténtica al mundo de hoy, el camino para que se realicen los designios del Padre en nosotros, en la Iglesia, en la humanidad de nuestro tiempo. Es posible que quienes optan por Dios tengan que pasar por tribulaciones, pero aceptan perder los bienes con alegría, pues saben que poseen bienes mejores, que nadie les podrá quitar».

Santo Rafael Arnáiz

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Máximas espirituales del
Santo Rafael Arnáiz

Qué grande es Dios! ¡Qué bien ordena los acontecimientos siempre para su gloria!

¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!

La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.

El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?

¡Cómo se inunda mi alma de caridad verdadera hacia el hombre, hacia el hermano débil, enfermo...! Si el mundo supiera lo que es amar un poco a Dios, también amaría al prójimo.

Al amar a Jesús, forzosamente se ama lo que El ama.

La única verdad es... Cristo.

He hecho el votó de amar siempre a Jesús. Virgen Maria, ayúdame a cumplir mi voto.

Para Jesús todo, y todo, para siempre, para siempre.

No le bastó a Dios entregarnos a su Hijo en una Cruz, sino además nos dejó a Maria.

Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.

¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!